Total de páginas visitadas

miércoles, 18 de abril de 2012

Plataformismo anarquista: Intentos vanos de anarquizar la burocracia


Dentro de lo que se conoce comúnmente como anarquismo existen diversas corrientes, esto corresponde a un hecho más que esclarecido, casi en su totalidad comparten visiones acerca de la practica y defensa de la libertad individual y colectiva, el rechazo de cualquier forma de dominación y control, al igual de los mecanismos en los cuales se sostiene el engranaje social a lo largo de la historia. Uno de estos corresponde a la praxis política-partidista, la cual es percibida con un desprecio total, a excepción de una postura que de anarquismo solo tiene el nombre: el plataformismo anarquista.

Es de suma importancia reconocer que el periodo histórico donde nace el plataformismo, corresponde a un momento en el cual la revolución rusa, ilusiona a un segmento de supuestos “anarquistas” (la misma que encarcela, tortura, y asesina a los ácratas), en este escenario donde un nace la propuesta de conformar un tipo de organización la cual entre en el juego de los partidos políticos, es decir que cuente con una estratificación, división de las tareas, militantes, un programa de acción, un comité ejecutivo, etc. Este tipo de organización hace fácil la tarea de percatarse el porqué el plataformismo en si contiene los mismos añejos vicios, de los grupos de izquierda y en general de todos los segmentos que intentan ostentar cuotas de poder. La posición de las tendencias plataformistas con respecto al problema social apunta a la caracterización de este como un cuestión de naturaleza política, lo que en si contrasta con lo afirmado por los anarquista a lo largo de la historia quienes afirman que el aspecto donde surgen las dificultades, corresponde a una arista de carácter social, lo que no descarta que el problema es impulsado a través del ámbito político, sin embargo este es una consecuencia de la estructura de la sociedad.

El plataformismo se dirige en contra de las hojas, no de la raíz. Con respecto a la orgánica plataformista. Uno de los puntos postulados por el plataformismo que más se asemeja con los partidos políticos convencionales (y uno de los más despreciables) es la idea del desprecio y marginación del individuo como concepto y ser autónomo. En lo relacionado con el ámbito conceptual, remplaza la figura del individuo por la del militante, siguiendo la misma línea que los demás partidos, es este punto donde se crea una brecha con respecto a otras tendencias anarquistas, al adoptar el lenguaje tradicional de la política partidista y por consiguiente las lógicas de relación. El militante vive de la organización, sin esta el no puede existir, es un extensión de esta, el individuo es antagonista a este concepto, corresponde a un espacio y un ser autónomo. En lo que respecta a la figura del militante este se ve sujeto, a lo que se comprende como la “responsabilidad colectiva”, es decir toda la organización es responsable de los actos cada uno de los militantes, como también los militantes son responsables de la actividad de la organización, nuevamente la figura del individuo y su responsabilidad son desechados, por un militante cual se convierte en un instrumento de la organización, además de emplear una lógica de control. Uno de los puntos del plataformismo que lo diferencia más de las demás líneas de la anarquismos (si es que el plataformismo puede ser tomado como una de estas) es la idea de un comité ejecutivo, este tendría la misión de dictar la dirección ideológica y orgánica a los militantes de “base” (quienes solo deben aceptarlas o de lo contrario abandonar la organización), sin embargo es iluso pensar que un comité ejecutivo se puede sostener por si mismo, estos necesitan una serie de mecanismo en los cuales respaldarse, lo que de una forma u otra desencadenarían en una burocracia. El comité ejecutivo es el que plantea, impone e imparte las tareas, nuevamente el poder se centraliza ya no en torno a una clase social, sino en la dirigencia. Las bases solo son un instrumento para llevara a cabo las ideas de un comité central. Los anarquistas se oponen a la materialización del poder, a la concentración del mismo, a las elites. Nuevamente el plataformismo muestra su cara reformar el concepto de anarquía a un espacio donde se gestan e impulsan las relaciones de poder. Con respecto al rol de vanguardia admitida. El plataformismo dentro de sus postulados acepta la idea de una “vanguardia revolucionaria”, la cual dirija a las “masa”. Nuevamente un concepto del leninismo se cuela dentro de la organización y planteamientos de la plataforma (no olvidemos que esta vanguardia esta sujeta al comité ejecutivo). La concepción de direccional los deseos de las “masas”, bajo las ideas y acciones de una minoría, históricamente ha representado la perpetuidad de estas minorías.La cualidad de una vanguardia corresponde a la comprensión de los procesos de creación de conciencia dentro de las “masas”, sin embargo en el transcurso de este proceso es la vanguardia activa la cual se expresa en su representación, sin embargo ¿como una vanguardia pretende conocer las necesidades de las masas?, ¿en qué instante los procesos de creación de conciencia terminan?Se habla de que la razón de acción de una “vanguardia activa” corresponde a ser la “conciencia del proletariado” ¿Cuál es esta conciencia? Las tendencias plataformistas y de síntesis en general, atribuyen en si una figura idealizada de las cosas, es atribuir cualidades a cosas o sujetos según las propias necesidades de la organización. Nuevamente nos asaltan preguntas relacionadas acerca del grado de conciencia del proletariado que puede ser percibida por el organismo de la “vanguardia activa”. Es bastante fácil deslumbrar esta interrogante. En simples palabras la vanguardia solo acepta las condiciones aptas para su subsistencia y funcionamiento conforme a la idealización del individuo esperado. Dentro del “manifiesto comunista libertario” existe un fragmento el cual nos llamo la atención, el cual recoge la metodología de control-partidista en la que se basa la plataforma, este corresponde a: “defender la revolución de los sectores contrarrevolucionarios, contra los indecisos, e incluso contra ciertas categorías sociales explotadas atrasadas (como ciertos sectores campesinos, por ejemplo)”. Nuevamente el motor de la plataforma se hace presente: el control. La actividad revolucionaria dispara en contra de todos los frentes desde los sectores “contrarrevolucionarios”(donde se encuentran los anarquistas que rechazan su modelo de organización, como a la vez el de acción) hasta las “categorías sociales atrasadas” (entendiendo a estas como los grupos que no sirven a la revolución).

El planteamiento de la plataforma no es muy distinto al usado por Robespierre, en el periodo del terror durante la revolución francesa y la metodología de los bolcheviques (nuevamente se cuela en leninismo). Se acaba con todo disidente, e inclusive contra los “indecisos”, táctica militarista-Estatal en sí. La materialización del poder se presenta otra vez con una intención de crear una paranoia, de consolidar el control de un grupo que podría ser mayoritario o su supuesta voz: la vanguardia activa. El plataformismo no es más que el resultado de un anarquismo viciado con una orgánica marxista y conceptos de acción leninistas, por lo que no es sorprendente asimilara a esta con métodos de control entre sus adherentes. El plataformismo no es más que un vago intento por reformar el anarquismo (no la anarquía, entendemos que esta es irreformable) para hacerla digerible a un sistema en el cual se basa en la consolidación y una supuesta perpetuidad del poder y la dominación.

Publicado en: El Amanecer, Chillán, Chile, enero de 2012